
En una zafra que ha venido con sus altas y bajas, una colocación que se agiliza por momentos y luego se vuelve a enlentecer, que está enfocada en lanas finas y presenta algunas dificultades en las lanas medias, ha crecido la demanda por certificaciones que garanticen el origen de la fibra y su relacionamiento con el medioambiente.
Miguel Pizzarrossa, representante en Salto de Lanas Trinidad, dijo que «en este momento donde se estima que hay casi dos zafras enteras sin vender, lo que nos están pidiendo desde el exterior son lotes certificados». Esta empresa lanera hace cuatro años que realiza certificaciones RWS y Nativa en el mercado, «eso es lo que nos están pidiendo desde el exterior y entonces los lotes hay que ir a certificarlos en el momento para poder negociarlos».
El representante de la industria lanera remarcó que «este tema no es algo que pida la industria local uruguaya, es una demanda del comprador que está pidiendo que se tenga cuidado con el bienestar animal, que se cuiden los animales, y el que manda es el que compra».
Aclaró que las certificaciones pueden realizarse hasta en un «período de 12 meses para atrás», por lo que en aquellos casos donde «hay gente que tiene tres zafras y va a tener precios diferenciales por lotes que están sin certificar».
Respecto a esa diferencia explicó que «en un lote concreto de dos zafras, con prácticamente la misma finura de 19 y pico, tenían 15 centavos de diferencia». En este sentido dijo que «no es igual a la certificación del SUL de tantos centavos por kilo, depende del momento del mercado cuanto más están dispuestos a pagar por una lana certificada o no».
Salto, 26 de marzo de 2021
